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El libro de los cuentos.djvu
Idioma
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El_libro_de_los_cuentos.djvu/3
Autor
*
Rafael Boira
Título
*
El libro de los cuentos
Año
*
1862
País
España
Imprenta
*
Imprenta de D. Miguel Arcas y Sanchez
Editorial
Miguel Arcas y Sánchez
Fuente
Obra
en
Internet Archive
y en
Commons
.
Modernización de la ortografía
Ortografía antigua — El lector puede elegir modernizar la ortografía
Metadatos
Q28836859
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Corregido — Todas las páginas corregidas pero no todas validadas
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Índice
(no listados originalmente)
Prólogo-Prospecto
Morir por falta de memoria
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El arre del filósofo
—
El aumento del prefacio
—
Adivinanzas (1)
—
Esperanza de un zapatero
—
La mujer del literato
—
Cuestión de gramática
—
El cartel
—
El jubileo
—
Un amor romántico curado con aceite
—
Enigmas (1)
—
Los toros
—
El amo burlado
—
El paseo en la caja del reloj
—
La oratoria nueva
—
La molinera en el rio
—
La declaración indagatoria
—
El jóven y las viejas
—
Una misa corta
—
De qué mujer debe tener celos un marido
—
La economía doméstica
—
Un caballero instruido
—
Pensamientos profundos
—
La réplica oportuna
—
La curiosidad exagerada
—
Enigmas (2)
—
No hay peor sordo...
—
El justo por el pecador
—
Lamentos de un paleto por la pérdida de su burra
—
La profunda habilidad de dos concejales
—
La sagacidad de un tonto
—
La adulación
—
El convidado y el cubierto
—
El rey y el paleto
—
La conformidad
—
El rey y Quevedo
—
La agudeza de un loco
—
Adivinanzas (2)
—
Las alforjas cosidas y descosidas
—
La precaución acertada
—
La boticaria y la medicina
—
El alcalde y su burro
—
El retor y el vicario
—
El gobernador y el alcalde
—
Los versos pecadores
—
El olvido de sí mismo
—
La religión verdadera
—
El rey sarmentador
—
El caballo tortuga
—
El ladrón de huevos
—
El flato noble
—
Las siete cabrillas
—
El arzobispo jóven
—
La botica vestida de novia
—
Los dos gabanes
—
La virtud de la turquesa
—
La habilidad de hallar dinero
—
Adivinanzas (3)
—
La escasez de cuernos
—
El fusilamiento á peseta
—
La ronquera de una dama
—
El frasco pequeño
—
Lo que se entiende por desafinar
—
El abrigo de cristal
—
El llanto justo
—
El recibimiento de un comisionado de apremio
—
Las cosas perdidas
—
El exámen de doctrina
—
El convite económico
—
La elección de un cuadro
—
Enigmas (3)
—
El descamisado
—
Un gran pensamiento
—
Pensamiento ingenioso
—
La pregunta escusada
—
Los doce pares de Francia
—
El valor de un torero
—
El rey y el cura de aldea
—
El disfraz equivoco
—
La escala jerárquica de los ladrones
—
Economía estudiantil
—
La confesión de un ratero
—
El consejo de un sabio
—
La edad de una hermosa
—
El hurto del vino
—
La vida de fraile
—
El primer sermón
—
La traducción literal
—
La arenga de un alcalde
—
Adivinanzas (4)
—
El predicador y el albeitar
—
La prueba
—
El caballero de Madrid y el de provincia
—
La esplicacion innecesaria
—
El descansar fuera de tiempo
—
El loco por la pena es cuerdo
—
Lo preciso y lo difuso
—
El lenguaje de las peces
—
Un tiro difícil
—
Lo que es una obra postuma
—
La escasez de doncellas
—
El hombre disfrazado de pájaro
—
Enigmas (4)
—
El casco del dragón
—
El murmurador
—
La exageración cortada por mitad
—
El sacramento del matrimonio
—
Los tres oficios del barbero
—
El fin del mundo
—
Una precaución sabia
—
San Cristóbal y el mundo
—
El gato cocinero
—
El perro novio
—
La oreja de Alejandro
—
La ocupación de los criados
—
La memoria del estómago
—
La compra á deber
—
El efecto y la causa
—
Las pildoras sánalo todo
—
La curación completa
—
La diferencia en el medir
—
El derecho de matar
—
Receta para desatascar un coche simen
—
El uso de condenarse
—
El santo del dia
—
Los años no se roban
—
La edad en los dientes
—
Ni pies ni cabeza
—
La purga pintada
—
Uno es uno y otro es otro
—
El carro de paja y el hombre
—
Adivinanzas (5)
—
El reloj gusano
—
El tuerto y el cojo
—
Una verdad peligrosa
—
Tal para cual
—
Enigmas (5)
—
La contestación hábil sin entender la pregunta
—
La inocencia discreta
—
Un buen remedio á falta de azotes
—
El reparto del hambre
—
El cojo y el jorobado
—
El aprehensor prendido
—
El cabello de la Virgen
—
El moribundo y el acreedor
—
La superchería
—
La relación de un andaluz
—
El engañador engañado
—
La curiosidad de una niña
—
El espíritu de contradicción
—
Que lo ahorquen
—
Las malas lenguas
—
El pacto con el verdugo
—
El rey levantando un burro
—
El pantalón único
—
La duración del placer
—
El cortaplumas perdurable
—
Sobre favor, paga
—
Una letra mas
—
A mucho fuego mucha agua
—
Diferencia entre la y griega y la i latina
—
El recogido en la calle
—
¿Cuántos dioses hay?
—
El sombrero de Carlos III
—
El paraíso de los moros
—
Adivinanzas (6)
—
La libertad á tiros
—
La mujer perdida
—
Consejo de mujer
—
Enigmas (6)
—
Papeles viejos
—
Curiosidad de mujer
—
El verdugro barato
—
El acreedor y el deudor
—
El derecho de los hermanos
—
El peine de asta
—
La prudencia de un marido
—
Un perro barbero
—
El cazador sediento
—
El ojo hallado
—
El cojo y su enemigo
—
La satisfacción bien dada
—
El parentesco con la mula
—
La industria de un pobre
—
Hágalo usted mejor
—
La cara de un feo
—
El efecto de las barrajas
—
La pretensión imposible
—
Los celos de un hombre pacífico
—
La abundancia de caza
—
El sacristán y su ayuda
—
Las herraduras en su lugar
—
La música en el entierro
—
El capitán y el soldado
—
Los versos de un rey
—
El plato valiente
—
El poeta herrador
—
Los árboles del Paraiso
—
Una cabeza de espediente
—
El caballo lector
—
Una pequeña dificultad
—
¿Es historia ó fábula?
—
El soldado arqueólogo
—
Adivinanzas (7)
—
Los tres asientos en la diligencia
—
Modelo de cartas conyuguales
—
Enigmas (7)
—
El espanta-pájaros
—
Un acreedor de lo que no hay
—
El contrato deshecho
—
El cubo de chocolate
—
La zarza alguacil
—
El criado recien venido
—
La ortografía en las calcetas
—
Lo mismo la pena que el delito
—
La contestación á una insolencia
—
La locura de casarse viejo
—
La nariz cortada y pegada
—
Conocer por el olfato
—
Los santos de medio cuerpo
—
La murmuración de los borrachos
—
El puente sin pretiles
—
El apóstol correo
—
La cuenta de un italiano
—
La esplicacion de un delito
—
Adivinanzas (8)
—
La vieja á caballo sobre un cerdo
—
El parecido completo
—
El que á los suyos parece
—
La reprimenda de un padre
—
El zapatero y la cabeza cortada
—
La tos y los dientes
—
El marido sensible
—
El paleto en el teatro
—
Un testamento original
—
El labrador y la linterna
—
Enigmas (8)
—
La supresión del tiempo
—
El retrato leyendo
—
Receta para los ojos
—
La pérdida irreparable
—
El amo rico y el criado fuerte
—
El francés y los españoles
—
El procurador y el sastre
—
El tonto y el mosquito
—
La instrucción de un pastor
—
Enigmas (9)
—
El dinero y el vino
—
El viajero universal
—
Un buen deseo
—
El casamiento imposible
—
El acertijo
—
La muerte de un cadáver
—
El leñador honrado
—
El juego de prendas
—
El uso de las pistolas
—
El muerto escribiendo
—
El oficial de porcelana
—
El enfermo regateando su entierro
—
El hurto de un par de botas
—
La oración del perezoso
—
La hermana muerta y la viva
—
La risa
—
Adivinanzas (9)
—
A cada uno lo suyo
—
El tirador y el blanco
—
El registro de necedades
—
Pensamientos (1)
—
El bibliotecario ignorante
—
El burro astrólogo
—
El amor de afinidad
—
La paciencia de un filósofo
—
Lo que vá y lo que se vá
—
Un perro pancista
—
La paz y la guerra
—
La costumbre es ley
—
El aumento de valor
—
La silba antes de tiempo
—
El ministro y las piruetas
—
La orden militar
—
El adulterio en Esparta
—
Comer para morir
—
Enigmas (10)
—
La necesidad de puntuar bien
—
El maestro de Cisneros
—
La asadura á crédito
—
Epitafios portugueses
—
Pensamientos (2)
—
Lo que es un oso
—
El informe
—
Las medias del revés
—
Los criados del rey
—
La vírgen de parto
—
La pena del talion
—
Verdaderas cuentas del Gran Capitán
—
Célebres cartas
—
Adivinanzas (10)
—
La modestia zapatera
—
La vuelta del que no marcha
—
Tutearse para despedirse
—
Cada uno sabe dónde le aprieta, etc
—
La economía práctica
—
Las tiendas abiertas
—
La imposibilidad de llorar
—
Un predicador miedoso
—
La discusión concejil
—
Belleza contra talento
—
La razón del celibato
—
El medio de hacer amigos
—
La exactitud de un portero
—
El pueblo siempre es igual
—
La esplicacion de un zapatero
—
Enigmas (11)
—
El vino bueno
—
El encuadernador y el presidiario
—
El premio de la memoria
—
El tesoro
—
Las cosas supérfluas
—
La nieve y las vacas
—
Tomar el parecido
—
Las dos sordas
—
Carlos III y su paje
—
Un bibliotecario sabio
—
El pelo atado
—
Una alcaldada
—
El orgullo abatido
—
Los monos y las peras
—
Adivinanzas (11)
—
A un favor otro igual
—
Las vacas del asturiano
—
La esperanza de ser diablo
—
La lengua de las mujeres
—
Memorial que presentó á un Grande
—
La razón de la sinrazón
—
La proposición de un negocio
—
La cortedad de genio
—
La cuenta cabal
—
Necedades de gran valor
—
La repetición del eclipse
—
El reloj atrasado
—
El nombre apelativo
—
El hoyo grande
—
No se bate el dichoso
—
Enigmas (12)
—
La contestación sutil
—
Morderse las orejas
—
Aunque no lo dijese
—
La bomba convertida en salvadera
—
El valentón
—
El marrano y el burro
—
El vecino
—
La predicción
—
La misa de alba
—
Descaro para pedir
—
El parentesco decente
—
La razón de no escribir
—
Segunda sin primera
—
Una sola pregunta
—
Aprender á nadar en seco
—
El dolor acomodaticio
—
Escipion y Ennio
—
El dormido despierto
—
El respeto al público
—
El portero alarmado
—
Una carta y una contestación
—
El mondadientes
—
Adivinanzas (12)
—
Una buena mujer
—
La pintura y el blanqueo
—
El insulto rechazado
—
La aflicción de una viuda
—
Lo que no se puede enmendar, hacerlo nuevo
—
El tratamiento
—
Vaya una duda
—
La hermosa sin boca
—
La bestia mas grande
—
La curación de un mal genio
—
Para no tropezar estarse echado
—
El loco y el podenco
—
La astucia de Mitrídates
—
El pintor pica pleitos
—
El hijo filósofo
—
Examinar el sol con candil
—
El tribunal de mujeres
—
La sentencia de un alcalde
—
Curar con ejemplos
—
La hermosura á pedazos
—
Pensamientos con suerte
—
Una indirecta del padre Cobos
—
El sermón de una kuákara
—
El Emperador y el poeta
—
Enigmas (13)
—
Los pasados y los presentes
—
La muerte de una cuñada
—
Lo bueno y lo malo del madrugar
—
Los aplausos de la muchedumbre
—
Exageraciones
—
Un cero en medio
—
El hermano y la hermana
—
La sombra del asno
—
A un asombro otro mayor
—
La ópera gratuita
—
Santa Teresa y las elecciones
—
El curioso por su mal
—
La perfección de la imperfección
—
La confianza de un hombre generoso
—
Adivinanzas (13)
—
La malicia de los pavos
—
Los adornos exagerados
—
Lo que signifíca ventana
—
La cena por la mañana
—
La venganza de un marido
—
El suicidio de un avaro
—
El suelto que no se puede prender
—
El canónigo y el ladron de trigo
—
El hijo del pueblo
—
Un padre de talento
—
Relación entre el comer cebada y el rabo
—
La cuenta igual
—
El amor de ultratumba
—
La sencillez de un niño
—
Pensamientos (3)
—
Pensamientos persas
—
La paga de un sermón
—
El yerro de un cazador
—
La equivocación de un verdugo
—
Los zapatos roidos por los ratones
—
Dosear de palabra
—
Las desgracias reunidas
—
La justicia de Marruecos
—
Enigmas (14)
—
El Miércoles de Ceniza
—
Secretos de naturaleza
—
Contra el mal de suegro
—
El soldado y el perro
—
El peluquero burlado
—
Para que no haga daño el chocolate
—
El consuelo de la albarda
—
Pensamientos (4)
—
Esopo segundo
—
Los treinta años clavados
—
El amigo desconocido
—
Para que los ratones se maten ellos mismos
—
Adivinanzas (14)
—
La nariz escalera
—
El jubón del rey Católico
—
El arte de remozar
—
Los sabios aman
—
El hurto incompleto
—
El herrador y su idea
—
Cómo sabe la perdiz
—
Felipe II y su favorito
—
El error del pié
—
Comentarios al Alcorán
—
Dichos célebres de Sócrates
—
El temor de sí mismo
—
Enigmas (15)
—
La prudencia de una nuera
—
El destierro como un bien
—
La salud de un muerto
—
El caballo de Pauson
—
La subordinación militar
—
Abrir al que llama
—
El muchacho despejado
—
Zapatero á tus zapatos
—
Refranes
—
Augusto mal comido
—
El secreto de naturaleza
—
El examen del paleto
—
La censura de unos versos
—
Consejos para las novias
—
El aprendiz de carnicero
—
La fé de erratas
—
Los dos sonetos peores
—
Pensamientos (5)
—
Esperanzas de estudiante
—
Decir que sí ó á la cárcel
—
Los paréntesis
—
El chocolate en miniatura
—
Pensamientos de Tháles
—
La murmuración
—
La oración de una vieja
—
Adivinanzas (15)
—
Contestación de un embajador
—
La fealdad de Simónides
—
¿Quién hallará la mujer fuerte?
—
Mujeres heroicas
—
El novicio jugador
—
El hombre mas feo
—
Los comestibles mas baratos
—
El primer día de viuda
—
La compra de una burra
—
La estratagema frustrada
—
La ciudad de las tabernas
—
El ay del tesorero
—
El hijo fraile
—
La murmuración en plural
—
Enigmas (16)
—
De consejo muda el sabio
—
El caballo curandero
—
Los ladrones aconsejados
—
Las dos manolas
—
Gastar con prudencia
—
Los frenos trocados
—
El aceite de la lámpara
—
El dominosteco
—
El fín del burro
—
El miedo del marido
—
Las visiones
—
Buscar la lengua
—
Consejos para vivir mucho
—
Las dos religiones
—
El don detrás y delante
—
La mujer descalabrada
—
Un literato sin letras
—
El mayor mal de los males
—
El perdón fingido
—
Adivinanzas (16)
—
El incrédulo y la medicina
—
La bofetada
—
El tocinero en el palco
—
El celoso enfermo
—
Filipo y la vieja
—
La justicia y el puerco
—
Lo tratado es tratado
—
El noble y el plebeyo
—
El burro encantado
La pregunta de doble sentido
—
Adivinanzas (17)
—
La razón perdiendo
—
La próroga del eclipse
—
El caballo de regalo
—
La piedad de una viuda
—
El retrato de una muerta
—
Una lección de abogacía
—
La gallina del diablo
—
El ojo en la mano
—
Dos sobrescritos
—
El a b y el c d
—
El alma de Pero-Nuñez
—
La pobreza de un rico
—
La astucia de la mujer
—
El cabrito soltero
—
El guia de la danza
—
El parecer de la señora abogada
—
Previsión de un ajusticiado
—
El pleito de la cabra
—
El predicador sin auditorio
—
La mediación de un cordero
—
Enigmas (17)
—
El diablo y el novicio
—
Lo que es gollería en una venta
—
Pensamientos (6)
—
El pobre y los ladrones
—
El perdón por delante
—
Datos biográficos de Adam
—
Adivinanzas (18)
—
El judío y el dia de fiesta
—
Los rábanos
—
Las medias de una criada
—
El depósito comido
—
El músico de Mitrídates
—
La muerte rogada
—
Los ciegos burlados
—
La carne podrida
—
La confesión de una casada
—
Un grande hombre vengándose como un niño
—
La alegría para todos
—
La berza y la caldera
—
La suegra y la nuera
—
Enigmas (18)
—
La prueba de la locura
—
La nobleza en la rueca
—
La imitación
—
La equivocación
—
Los tres enigmas
—
El contrabandista delator
—
El regalo de Noche-buena
—
El sermón perdido
—
El hombre infusorio
—
Los enemigos del alma
—
La mujer de Sócrates
—
La caridad interesada
—
Las cabezas de borrico
—
La apelación para ante el mismo juez
—
El ciego y la luz
—
La poca ropa
—
El asesinato por amor
—
Adivinanzas (19)
—
Carta de una mujer enamorada
—
Los dos lados de todas las cuestiones
—
Las misas de un testamento
—
La anguila á cuenta de palos
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La carta de un ahorcado
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La mujer aguda
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Pensamiento de un moro
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La indirecta de un suegro
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El testamento interpretado
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Una buena sopa
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Enigmas (19)
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Nuevo metodo de sacar muelas
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La cabeza escondida
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El predicador y el tamborilero
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El peluquín á la moda
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Las tripas corazón
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El salón de Apolo
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El arpa del gitano
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El maldiciente
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El estudiante haciendo huevos
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El caldo entre piedras
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En medicina, la fé
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El chocolate ayudado
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La razón convincente
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La cena á medio dia
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Un negocio mejorable
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La pérdida de un vecino
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El ejercicio de fuego de un recluta
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La espada contra la reja
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El criado dormilón
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El labrador, el criado y su madre
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Adivinanzas (20)
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El diablo aprendiendo á freir huevos
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El estudio fácil