les ofrecía las mejores peras que encontraba, diciendo:
— Cómase V. esta, señorito; esta es mucho mejor, señorito; siento muchísimo, señoritos, no haber traido mas para haber saciado vuestra voracidad.
Llamóle el amo á su tiempo, y viendo la fruta echada á perder y la cesta muy disminuida le dijo:
— ¿Qué ha sido esto?
— Señor, repuso el labrador, estando en el portal han bajado los dos señoritos de V. S., se han abalanzado á la cesta, y con muy buen apetito se han comido las peras que faltan.
— ¿Sabes lo que has hecho, bárbaro?
— Señor, tratarlos con la mayor consideración, como cosa al ñn de un caballero tan principal, sin que ellos se hayan dignado contestarme siquiera, como si fueran mudos.
41 — ¿Cuáles son las letras con que despiden las jóvenes á sus novios cuando rompen las relaciones?
42 — Qué es lo que tiene la poesía mas conforme al gusto de las mujeres?
43 — Cuáles son las letras mas impías de nuestro alfabeto?
44 — ¿En qué se parecen los hortelanos á los necios?
El famoso inglés Clarke vivió muchos años en la mayor pobreza, con una pasión exajerada por los libros, pero sin dinero para comprarlos, y sin amigos que se los prestasen.
Esto es tan exacto, que cierto dia, habiendo enviado á pedir uno que necesitaba, su amigo le contestó:
— El libro que me pedís no sale de mi casa jamás;