La mediación de un cordero

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


La mediación de un cordero.

Un labrador, que tenia un pleito, fue á aconsejarse de un abogado amigo suyo; pero este, no confiando en la paga, le envió á decir con el criado que viniese otra vez, porque estaba muy ocupado.

El labrador volvió muchas veces, pero nunca entraba al despacho, disculpándose siempre con sus muchas ocupaciones. Conoció el labrador la causa, tomó un cordero y se fue al abogado, que apenas lo oyó, cuando lo hizo entrar dentro y lo despachó.

Entonces, volviéndose el labrador al cordero, le dijo:

— Yo te dejo, compañero mió, y te doy gracias por el buen despacho que me has proporcionado.