Las siete cabrillas

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


Las siete cabrillas.

Murió un labrador tan apasionado por la carne de cabra, que en pocos años habia devorado un grande rebaño de ellas que pertenecía á sus hijos. Con motivo de su muerte habia vuelto á la casa el mayor de todos ellos, estudiante de medicina, y tenido en el pais por un gran astrólogo.

— Hermano mio, le dijeron los otros al estrecharlo en sus brazos, haz el favor de averiguar y decirnos si nuestro padre está ó no está en el cielo, porque nos tiene esta duda con mucho cuidado.

El estudiante salió aquella noche al corral, miró al cielo, contó y recontó estrellas, y dijo á sus hermanos:

— ¿Cuántos dias hace que nuestro padre ha muerto?

— Ocho.

— Pues somos muy desgraciados; nuestro pobre padre no está en el cielo.

— ¡Dios mio! ¡Dios mio! ¿Pero en qué te fundas?

— Os lo voy á decir: es muy claro que si estuviese en el cielo se habria comido en ocho dias una ó dos cabras cuando menos, y por desgracia están completas las siete cabrillas sin que falte una sola. Miradlas.

— Es verdad.