El caballo de Pauson
Hubo entre los antiguos un pintor llamado Pausen, tan escesivamente pobre, que dio lugar al probervio latino Pausoue mendicior, mas pobre que Pauson. Creo que el ponderar mas su pobreza seria salimos del asunto.
Digo, pues, que á este buen Pauson le encargó un amigo que le pintase un caballo revolcándose en el suelo.
Tomó su tabla y sus pinceles; principió su obra, la concluyó, la miro; cierto, habia pintado un caballo, pero galopando.
— Pauson, le dijo su amigo, precisamente te he dicho todo lo contrario; queria el caballo echado y lo has pintado corriendo.
— Pues mas hice de lo que me pedias, dijo Pauson, puesto que para darte gusto, lo he pintado de modo que está haciendo las dos cosas, revolcarse y correr.
— ¡Pero hombre! ¿cómo puede ser eso?
— Mira, ¿no está ahora corriendo?
—Sí.
— Pues bien, coloca la tabla boca abajo, y verás que se está revolcando.