El arte de remozar

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


El arte de remozar.

Un hombre, que empezaba á encanecer, se presentó á pedir una gracia á Adriano, y se la negó.

Poco tiempo después, aquel mismo hombre, que se habia teñido de negro los cabellos, volvió á pedirle la misma gracia.

Conociólo el emperador, y le dijo:

— Ya se la negué á tu padre.