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168 — BIBLIOTECA DE LA RISA.

— Para que en V. nada hubiera de supérfluo, era preciso que principiase por ponerse un ojo ó por quitar un cristal á los anteojos que usa, y que de nada le pueden servir.


La nieve y las vacas.

Unas majas chuscas estaban sentadas tomando el fresco á la orilla de un camino á fines de setiembre; y viendo pasar un anciano con todo su pelo blanco, queriendo burlarse de él, le preguntaron:

— ¿Ha nevado ya en las montañas?

— ¿Quién duda eso, cuando las vacas se han bajado á la llanura?


Tomar el parecido.

Del hijo de una casadajóveny hermosa, que tenia relaciones con el pintor R... decia un amigo nuestro:

— Es el retrato de su padre.

— Si, decia la doncella de la casa, el señor R. se pinta solo en eso de tomar el parecido.


Las dos sordas.

Dos señoritas elegantes, ambas hermosas, pero mas sordas que una tapia, determinaron ir á visitar un capuchino que tenia fama de hacer milagros, para suplicarle que hiciera el de habilitar sus oidos.

— ¿Cómo se compondrán esas señoritas, dijo un chistoso, para ir en conversación?

— Es verdad, contestó otro, porque lo que es á la vuelta, si el milagro está hecho ya no habrá dificultad.


Carlos III y su paje.

Carlos III, trabajando un dia en su despacho, llamó á su servidumbre y nadie acudió, se acercó entonces