Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


La superchería.

A un caballero, que habia cometido un pecado gordo, le impuso su confesor la penitencia de visitar una ermita con los pies descalzos.

El penitente, con la escusa de mayor mortificacion, pidió que se le conmutase la pena en la de hacer la visita calzado, pero poniendo en las botas piedras pequeñas ó garbanzos del país, que eran todavía mas duros.

Obtenida la conmutación, el caballero principió

á cumplir su penitencia, pero encontrándola demasiado penosa, y deseando á pesar de todo obedecer, mandó cocer los garbanzos dos ó tres dias, y de esta manera hizo la visita á la ermita sin novedad.