El encuadernador y el presidiario
Un encuadernador económico, que hacia la sopa á sus aprendices con los recortes del pergamino, pudo obtener del comandante del presidio de que se rebajasen dos jóvenes presidiarios y fuesen á su casa á trabajar solo con el objeto de ahorrarse el salario que habia de dará otros.
Súpolo el gobernador de la provincia, y llamó al comandante y al librero con el objeto de reprenderlos y hacerles conocer el mal que causaban á la sociedad con esa conducta.
— Sepa V., dijo al librero, que los presidiarios han cometido un delito y es necesario que lo paguen á fuerza de privaciones y de padecimientos.
— Señor, dijo el librero, si ese es el objeto de V. S. , yo le aseguro que las privaciones de los que yo he sacado serán tales y tan estraordinarias, que desearían mil veces volver á sus cadenas como medio de disfrutar alguna comodidad.