Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


Los sabios aman.

Preguntó una joven á Zenon:

— ¿Los sabios también aman?

— Muy desgraciadas seríais las hermosas, respondió, si en el altar de vuestra hermosura solo quemasen incienso los necios, gente que no sabe amar, pero que está muy enseñada á aborrecer.