El derecho de los hermanos

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


El derecho de los hermanos.

La cofradía del Santísimo Sacramento celebraba una fiesta en la iglesia de San Diego, y solo se permitía entrar en ella á los hermanos y á los parientes convidados que llevaban esquela. Un muchacho, que no debia saber la consigna, se empeñó en entrar, alegando que tenia derecho para ello.

— ¿Y por qué tienes derecho, le dijo el encargado de la puerta, si solo tienen los hermanos?

— ¿Y los parientes?

— También.

— Pues entonces debo entrar, porque es claro, que siendo mi padre hermano, yo debo ser sobrina del Santísimo Sacramento.