Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


Escipion y Ennio.

Publio Escipion, llamado el Emiliano, fué un dia á visitar al poeta Ennio, que hallándose indudablemente ocupado, le envió á decir con su esclava que no estaba en casa. Conoció Escipion la mentira, pero fingió creerla, y se retiró.

Andando el tiempo, fué Ennio á casa de Escipion, llegó á la puerta y preguntó:

— ¿Está Escipion en casa?

— No, no estoy, contestó él mismo desde dentro, con voz robusta.

— ¿Cómo es eso posible? repuso asombrado el poeta Ennio. Pues qué ¿no es acaso tu misma voz la que estoy oyendo? ¿quieres burlarte de mí?

— ¡Vaya un hombre este! dijo Escipion gritando; el otro dia creí que no estaba en su casa solo porque su esclava me lo dijo, y hoy no quiere creer que no estoy en la mia, siendo yo mismo el que lo aseguro.