El poeta herrador
El poeta herrador.
Cierto caballero cortesano dijo un dia á Quevedo: — Amigo mio, diga V. algo en verso que nos haga reír.
— Deme V. pié, repuso nuestro poeta.
— Ahí le tiene V., y el cortesano le dio el suyo, levantándolo por detrás.
Quevedo lo cogió inmediatamente y con la espontaneidad que le distinguía dijo:
Buen pie; mejor coyuntura,
Parece, noble señor,
Que yo soy el herrador
Y Tosía cabalgadura.