Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


Una letra mas.

Un pedante que, como en todo lo demás, no era fuerte en la mitología, solia confundir á Morfeo, dios del sueño, con Orfeo, célebre músico de los tiempos mitológicos.

— ¡Qué noche tan deliciosa he tenido! decia una mañana; toda ella la he pasado en brazos de Orfeo.

— Con M. dijo uno de sus amigos.

— Tienes razón, Orfeom.

— ¡¡¡Bravo!!!