El peluquero burlado

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


El peluquero burlado.

Peinaba un peluquero famoso á un estudiante de buen humor, y como se alabase de que ninguno le aventajaba en su oficio, y que para rizar el pelo y poner papillotes no cedia el puesto á ningún peluquero de la corte, el joven le dijo: — ¿Se cree V. capaz de poner papillotes á cualquiera?

— Sin duda alguna.

— ¿Trae V. los hierros de dar fuego?

— Sí, señor.

Entonces el estudiante se levantó, soltó con ímpetu una pluma de la cola, y dijo al peluquero:

— Veamos, maestro, si pone V. á ese los papillotes y le hace un par de rizos.