La pena del talion

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


La pena del talion.

Un hidalgo de la época de D. Pedro el Cruel fué á quejarse al rey contra un desgraciado albañil, que habiendo caido de un andamio mató á otro hidalgo, pariente del primero.

El monarca, oidas las dos partes, proveyó en justicia, mandando que el albañil sufriese la suerte del desgraciado cuya nmerte causó, pero con la precisa condición de que el acusador habia de ser el ejecutor de la sentencia, arrojándose sobre el albañil desde el andamio de que habia caido al cometer su delito.

El hidalgo hizo presente al rey que de no reformarse la sentencia perdonaba generosamente al delincuente.

— Perdonado, contestó el rey.