La mujer de Sócrates
La mujer de Sócrates.
Después de haber sufrido Sócrates un dia por largo rato el mal humor y las injurias de su mujer Xántipa, se sentó á la puerta de casa dejándole el campo libre. Despechada de la calma de su marido, arrojó por la ventana, sobre la cabeza calva del buen Sócrates, un barreño de agua.
Y no era el agua de rosas,
Sino es agua de otras cosas.
— Ya sabia yo, dijo Sócrates sin inmutarse, que toda la tormenta pararla en agua.