El consuelo de la albarda

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


El consuelo de la albarda.

Robáronle á Antón Llórente
Su pollino; él con desvelo.
Hizo plegarias al cielo,
Mas humilde que impaciente;

Pero viendo que el que aguarda
Alcanza su gusto tibio.

Vino á tomar por alivio
Consolarse con la albarda;

De manera que imagino
Que fué consuelo tenella,
Pues sintió menos con ella
La pérdida del pollino.