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240 — BIBLIOTECA DE LA RISA.

Que por jugur no rezaba:
El guardián, escrupuloso,
Supo el caso, llamó al joven,
Y dijole con enojo:
— ¿Qué es esto? ¿Cómo no reza?
Y él dijo sin alboroto:
— No puedo, padre guardián,
Que he probado con anteojos,
Y no veo. Aqui el guardián
Replicó luego: — Pues ¿cómo
Vé á jugar y no á rezar?
Y él respondió presuroso:
— Hágame á mí cada letra,
Padre, como es el as de oros,
Y leeré el libro del rezo
Como el de cuarenta y ocho.


El hombre mas feo.

El Sr. D. Lesmes es un caballero amiable, atento, chistoso y decidor; pero tan feo, que abusa ya del derecho de serlo. Básteos saber que estudiaba teología, y no le pudieron conferir órdenes sagradas porque los cánones prohiben ordenar á los escesivamente feos. Quiso después hacerse comediante, y el director de la compañía le dijo que no se representaban autos sacramentales en que pudiera hacer el papel de diablo, y por consiguiente no podía darle ocupación. Quiso ponerse á marido, y no ha habido mujer bonita ni fea que lo quisiese. El, sin embargo, necesitaba casarse, porque en ei mundo es preciso ser algo. Un dia supo que en algunas tribus de la costa de África se acostumbraba perdonar á las mujeres condenadas á muerte, como hubiese algún hombre que las reclamase para casarse con ellas.

— Ya tengo mujer, dijo para sí; ella será negra y tendrá las narices remangadas, pero al fin conseguiré que no me entierren con palma.

Se embarca y llega, porque no es cosa de que