El acertijo
El acertijo.
— Mi mujer ha parido, mi mujer ha parido, decía un aldeano al señor cura.
— ¿Un niño?
— No, señor,
— ¡Ah! bien, una niña.
— ¡Diablo! ¿cómo ha hecho V. para adivinarlo?
— Mi mujer ha parido, mi mujer ha parido, decía un aldeano al señor cura.
— ¿Un niño?
— No, señor,
— ¡Ah! bien, una niña.
— ¡Diablo! ¿cómo ha hecho V. para adivinarlo?