El ejercicio de fuego de un recluta
El ejercicio de fuego de un recluta.
Un recluta cargó su fusil con todos los cartuchos que tenia en la cartuchera, que, salvo error de pluma ó suma, eran siete.
Era dia de ejercicio, y el pedazo de alcornoque lo disparó con la mayor frescura, y, como era natural, la esplosion terrible lo arrojó al suelo, escapándosele el fusil de las manos á cuatro o seis varas de distancia. Cuando volvió en si de su aturdimiento, viendo que el capitán estaba examinando el fusil, esclamó en la mayor ansiedad:
— Por Dios, mi capitán, que lo he cargado con siete tiros y solo ha salido uno.