El marrano y el burro

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


El marrano y el burro.

En cierto tribunal se estaba durmiendo un consejero: el inmediato dijo á los otros:

— Mirad mi amigo, que duerme como un marrano.

Oyólo el soñoliento, y replicó:

— En un marrano todo es bueno; pero en un burro nada hay que valga.