Vaya una duda
Vaya una duda.
Doña Tadea, mi vecina del cuarto bajo, estaba desconsolada por no haber tenido hijos.
— Lo siento mucho, dijo un caballero. ¿Y vuestra señora mamá tuvo alguna hija?
Doña Tadea, mi vecina del cuarto bajo, estaba desconsolada por no haber tenido hijos.
— Lo siento mucho, dijo un caballero. ¿Y vuestra señora mamá tuvo alguna hija?