El alcalde y su burro
El alcalde y su burro.
Tenia un lindo borrico
Para sus necesidades
Cierto alcalde, y como un dia
Un su compadre llegase
A pedírselo prestado,
El, por librarse de darle,
Dijo que en el monte estaba.
Pero como rebuznase
El borrico á esta sazón,
Dijo el otro: — ¿Veis, compadre,
Como el borrico está en casa
Y que vos os engañásteis?
A lo cual muy enojado
El alcalde, sin turbarse
Le respondió: — No está tal,
Y miente quien lo pensare,
Que aunque el borrico lo dice
Con suspiros desiguales,
Yo digo aquí lo contrario,
Y es muy mal hecho que nadie
Mas crédito quiera dar
A un borrico que á un alcalde,
Siendo yo un hombre de bien
Y el burro un pécora campi.