El apóstol correo

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


El apóstol correo.

Mandó un caballero á un célebre pintor que pintase la cena de Cristo, y el buen artista, que estaba enamorado, por descuido involuntario pintó trece apóstoles; quiso disimular la falta que había cometido, y añadió al treceno las insignias de correo.

Pidió la paga de su trabajo, pero el señor se negaba á darla por la falta, ó mas bien sobra, de los apóstoles pintados.

El pintor con calma le dijo:

— No tenga pena vuestra merced, porque ese que está como correo, no hará otra cosa que cenar, y partirá en seguida.

— Pues bien, contestó el otro, cuando haya partido os pagaré el cuadro.