Esperanzas de estudiante

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


Esperanzas de estudiante.

Algunos estudiantes de buen humor que estaban para concluir su carrera, hablaban hace pocas noches de rentas y de empleos, tomando para sí y distribuyéndose los mejores y mas pingües del Estado.

— Yo, decia uno, querría ser regente de la audiencia de Madrid; otro, consejero de Estado; otro, ministro; y otro, arzobispo de Zaragoza.

— Yo tengo pretensiones mas pequeñas, dijo uno de ellos, y me contentaría con bien poca cosa.

— ¿Qué querrías ser?

— Melón.

— ¡Vaya una ocurrencia! ¿y para qué?

— Para que todos vosotros me oliéseís en el rabo.