El valor de un torero

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


El valor de un torero.

Se acobardó tanto un torero en la plaza, que huia del toro como del demonio. Unos amigos suyos que estaban en el tendido, temiendo que comprometiese su reputación, lo escitaban á que abandonase la valla y saliese á torear.

— No os canséis, les dijo; el toro huye de mí, porque es gallina.

— ¿De veras? le repuso uno; pues si tú oyeras lo que va diciendo el toro de tí!