El amigo desconocido

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


El amigo desconocido.

Al llegar á Lyon el conde de Alest fué conduciüo á casa del gobernador, que no lo conocía, y lo recibió con orgullo, diciendo:

— Amigo mió, ¿qué dicen en Paris?

— Misas.

— Ya; ¿pero qué ruido corre?

— El de los carruajes. —Lo que quiero saber es lo que hay de nuevo.

— Habas verdes.

— Amigo mió, ¿cómo te llamas?

— Los necios en Lyon me llaman amigo mió, y en Paris me llaman el conde de Alest.