El retor y el vicario

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


El retor y el vicario.

Hace pocos dias que en una tienda de la calle de Postas se presentó una criada, al parecer alcarreña, y con aire desembarazado y resuelto dijo al comerciante:

— Ha dicho mi ama que me venda V. diez varas de vicario.

El tendero miró á la joven y le dijo:

— Yo no sé lo que V. pide, pero lo cierto es que no lo tengo en mi tienda.

— ¡Vaya, sin tenerlo! Como que lo han llevado ahora de aquí.

— ¡De mi tienda! ¿Quién?

— ¿Quién ha de ser? Doña Manuela, su paisana de V.

— ¡Ah! ¡La Manolilla! Loque ha llevado ha sido coton retor.

— ¡Toma! ¿Pues qué mas dá? ¿No es lo mismo retor que vicario?