Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


La carne podrida.

Tenia uno la mujer muy entretenida, y lamentándose con un amigo de que no podia estar un rato solo en casa por la mucha gente que concurría, respondió: — Quien tiene en su poder un pedazo de carne podrida, no se espante de hallarse lleno de moscas.