La berza y la caldera

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


La berza y la caldera.

Decia un exajerador:

— He visto en Murcia una berza tan grande que á su sombra descansaban, durante la siesta, varias cuadrillas de segadores.

— Yo, contestaba otro que lo oia, he visto hacer una caldera tan colosal, que dentro de ella trabajaban cien jornaleros, y de uno á otro no se oian los martillazos.

— Hombre, esa es grilla, dijo el de la berza. ¿Con qué objeto podían hacer una caldera tan disforme?

— Con el de cocer la berza que vio V. en Murcia.