Felipe II y su favorito

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


Felipe II y su favorito.

Dijo Felipe II á D. Diego de Córdoba una tarde de diciembre:

— Gran frío hace; no sé en qué emplear la noche.

— Acuéstese V. M., respondió; porque no hay cosa mas caliente en el invierno ni mas fresca en el verano que la cama.

— Así lo haré; venme á desnudar.

Cuando se hubo acostado, mandó el rey á don Diego que leyese. Tomó este un libro y la palmatoria, hincó la rodilla, y estuvo leyendo mucho tiempo. Entre tanto el rey se habia vuelto hacia la pared, y como D. Diego creyese que se dormia, cerró el libro y se levantó con silencio. El rey, conociendo su idea, le dijo:

— No me duermo, Córdoba.

Pero D. Diego, haciendo una grande reverencia, respondió:

— Señor, V. M. no se duerme, pero yo sí; y dejando el libro, se marchó con mucha frescura.