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EL LIBRO DE LOS CUENTOS. — 217

Sus sacerdotes les volvían la razón poniéndoles ceniza en la frente.

Recordaba las locuras de carnabal y el memento, homo del Miércoles de Ceniza.


Secretos de naturaleza, sorprendentes y de infalible resultado.

Para no quedar jamán cesante.

— No ser empleado.

Para que el sol no queme la cara.

— Estar siempre á la sombra.

Para que tenga hijos la mujer mas estéril.

— Que conciba y para, que crie los hijos y no los suelte y los tendrá; y es probado.

Para verse un hombre en alto puesto en pocos instantes, siendo la admiración del pueblo que lo mirará con la boca abierta.

— Que suba en un globo.

Para que aun hombre, aunque sea viejo, le persiga á sol y á sombra la mujer mas linda que encuentre en la calle y no lo quiera soltar hasta conseguir su objeto.

— Cuando encuentres una mujer linda quítale lo mejor que tenga y echa á correr, que ella te seguirá, y es probado.

Para probar que lo son y para que sean real y verdaderamente hijos propios de un marido los que lo son de su mujer, por grande que sea la sospecha en contrario.

— Este es un secreto maravilloso que necesita ciertas precauciones para que produzca resultado. Helas aquí:

Se buscan testigos por ambas partes, y si se quiere, un escribano que levante acta. Estando todo así dispuesto, toma la mujer el hijo en las manos y dice al marido.

— ¿Confiesas y concedes de buen grado que este hijo es mió?

— Sí, contestará el marido.