La purga pintada
La purga pintada.
Un caballero, por vengarse de un amigo de quien creia haber recibido una ofensa, tomó su retrato, y lo colocó en un lugar que por común ao se nombra.
Cuando dijeron al otro el sitio en que su imagen estaba colocada, contestó riendo:
— No es tonto el médico que se lo ha aconsejado.
— ¿Por qué? le preguntaron sus amigos.
— Porque á la vista de mi retrato podrá hacer ahora de miedo, solo y con facilidad, lo que antes no podia hacer sin ayuda.