La indirecta de un suegro

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


La indirecta de un suegro.

El presidente Rosas, que era tenido por hombre de talento, pero mas que todo por avaro, habia casado su hija con un juez joven, que se le quejaba todos los dias del carácter frivolo y prodigalidad exagerada de su mujer.

Fatigado Rosas de oir continuamente la misma queja, y no queriendo por otra parte comprender el objeto á que se dirigía, dijo un dia á su yerno;

— Di á mi hija que si en lo sucesivo te da nuevos motivos de disgusto, la voy á desheredar sin remedio. El yerno no se volvió á quejar.