Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


La cuenta cabal.

Un petardista decia á su amigo:

— Préstame seis duros.

— Solo tengo dos.

— Pues bien, dame esos dos y me deberás cuatro.

Pida V. pruebas.

Una joven quiso llevar por justicia á un hombre por haberla engañado; el abogado á quien consultó no encontraba pruebas suficientes para salir bien del paso: en su consecuencia se marchó muy triste. Al dia siguiente volvió, y con aire de triunfo le dijo:

— Señor, hé aquí otra prueba: me ha vuelto á engañar esta mañana, y si á V. le parece poco, yo haré que me engañe esta tarde otra vez.