Cada uno sabe dónde le aprieta, etc

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


Cada uno sabe dónde le aprieta, etc.

Después de haber vivido Paulo Emilio muchos años con su esposa Papiria, la repudió, á pesar de haber tenido varios hijos, y entre ellos nádamenos que al famoso Escipion.

Este paso causó en sus amigos una impresión tan estraordinaria, que algunos de ellos no pudieron menos de acercársele, manifestando lo mucho que les estrañaba semejante conducta, y elogiando sobremanera el mérito particular de la matrona.

— Estoy conforme con vosotros, repuso Paulo Emilio, en reconocer el mérito de mi mujer.

Luego, quitándose uno de sus zapatos, se los enseñó y les dijo:

— Miradlo, él está nuevo y perfectamente trabajado; sin embargo me aprieta mucho. Ahora bien, ¿cuál de vosotros sabrá decir dónde me aprieta?