El parentesco con la mula

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


El parentesco con la mula.

Un labrador, á quien se habia muerto su madre, salió un dia de fiesta montado sobre una de sus muías, cargada de campanillas y aderezos de terciopelo encarnado y cintas de colores. Uno de sus parientes lo encontró en la calle y le dijo muy encolerizado:

— ¿Cómo te atreves á salir de casa de ese modo? ¿Qué vergüenza es la tuya?

— Dime, pariente, ¿en qué he pecado?

— ¿Haciendo tan poco que ha muerto tu madre, llevas la muía vestida de colores, y me preguntas en lo que has pecado?

— Perdona, pariente, repuso el astuto labrador, porque hasta ahora no se me habia ocurrido la idea de que la muía tuviese parentesco alguno con mi madre.