El predicador sin auditorio

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


El predicador sin auditorio.

Encargáronle á un fraile chistoso que predicase en la fiesta de Nuestra Señora de la Concepción.

Llegó el dia; subió al pulpito, y viendo que estaba desamparada la iglesia, pues no tenia mas de tres ó cuatro personas, dijo:

— Señores, Vds. perdonen que yo me baje, porque traia estudiado el sermón de la Concepción y no el de la Soledad.