boticario de un pueblo el tener la casa llena de medicinas, para impedir que una enfermedad aguda lo pusiera á las puertas del sepulcro.
La boticaria, que era vivaracha y lista como ella sola, se puso al frente de la botica, y la primer medicina que hubo de preparar fue para su marido.
— Tome V., le dijo el médico, un cuarto de onza de polvos de cantárida; hága V. un parche que ocupe todo el pecho; eche V. en él la mitad de los polvos, bien distribuidos, y mande V. que se lo pongan á su marido.
La boticaria preguntó:
— Dígame V., señor médico: ¿cuánto es un cuarto de onza?
— ¡Vaya! cuidado con equivocarse: ¿sabe V. lo que es un doblón de cuatro duros?
— ¡De cuatro duros! ¡No lo he de saber!
— Pues bien, ese es el peso, ni mas ni menos.
La boticaria no tenia oro, pero tenía cuartos: reflexionó y dijo: lo mismo dá.
Contó cuatro duros en cuartos, los pesó de cantáridas y... haceos cargo de lo que podría resultar.
La infeliz al dia siguiente era viuda.
Tenia un lindo borrico
Para sus necesidades
Cierto alcalde, y como un dia
Un su compadre llegase
A pedírselo prestado,
El, por librarse de darle,
Dijo que en el monte estaba.
Pero como rebuznase
El borrico á esta sazón,
Dijo el otro: — ¿Veis, compadre,
Como el borrico está en casa
Y que vos os engañásteis?