La razón perdiendo

Nota: En esta transcripción se ha respetado la ortografía original.


La razón perdiendo.

Se quejaban unos pajes á cierto caballero económico de que no les daba el mayordomo para cenar otra cosa que rábanos y queso. Enterado de la queja, mandó llamar al mayordomo, y le dijo muy enojado:

— ¿Es verdad, como dicen estos pajes, que todas las noches les das para cenar rábanos y queso?

— Cierto es, respondió el mayordomo con temor.

— Pues yo te mando que de aquí en adelante les des una noche rábanos y otra queso, para que no coman siempre lo mismo. ¡Pobrecillos! tenían razón.