Índice:Su vida - Santa Teresa de Jesús - Tomo II (1927).pdf
Tomo I: Capítulo XXII
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Capítulo XXIII.— En que torna á tratar del discurso de su vida, y cómo comenzó á tratar de mas perfecion, y por qué medios; es provechoso para las personas, que tratan de gobernar almas que tienen oración, saber cómo se han de haber en los principios, y el provecho que le hizo saberla llevar........................................................................................................................................................................................................ | 5 |
Capítulo XXIV.—Prosigue lo comenzado, y dice cómo fué aprovechándose su alma, después que comenzó á obedecer, y lo poco que le aprovechaba el resistir las mercedes de Dios, y cómo su Majestad se las iba dando mas cumplidas........................................................................................................................................................................................................ | 17 |
Capítulo XXV.—En que trata del modo y manera cómo se entienden estas hablas, que hace Dios al alma sin oirse, y de algunos engaños, que puede haber en ello; y en qué se conocerá cuando lo es. Es de mucho provecho para quien se viere en este grado de oración, porque se declara muy bien, y de harta doctrina........................................................................................................................................................................................................ | 23 |
Capítulo XXVI.—Prosigue en la mesma materia, va declarando y diciendo cosas que le han acaecido, que le hacían perder el temor, y afirmar que era buen espíritu el que la hablaba........................................................................................................................................................................................................ | 38 |
Capítulo XXVII.—En que trata otro modo, con que enseña el Señor al alma y sin hablarla, la da á entender su voluntad por una manera admirable. Trata también de declarar una visión y gran merced, que le hizo el Señor, no imaginaria. Es mucho de notar este capítulo........................................................................................................................................................................................................ | 43 |
Capítulo XXVIII.—En que trata las grandes mercedes que la hizo el Señor, y cómo le apareció la primera vez: declara que es visión imaginaria: dice los grandes efetos y señales que deja cuando es de Dios. Es muy provechoso capítulo, y mucho de notar........................................................................................................................................................................................................ | 57 |
Capítulo XXIX.—Prosigue en lo comenzado, y dice algunas mercedes grandes que la hizo el Señor, y las cosas que su Majestad la decia para asigurarla, y para que respondiese á los que la contradecian........................................................................................................................................................................................................ | 70 |
Capítulo XXX.—Torna á contar el de su vida, y cómo remedió el Señor muchos de sus trabajos con traer á el lugar donde estaba el santo varon fray Pedro de Alcántara, de la orden del glorioso San Francisco. Trata de grandes tentaciones y trabajos interiores, que pasaba algunas veces........................................................................................................................................................................................................ | 80 |
Capítulo XXXI.—Trata de algunas tentaciones esteriores, y representaciones que la hacia el demonio, y tormentos que la daba. Trata también algunas cosas harto buenas, para aviso de personas, que van camino de perfecion........................................................................................................................................................................................................ | 95 |
Capítulo XXXII.—En que trata cómo quiso el Señor ponerla en espíritu en un lugar del infierno, que tenia por sus pecados merecido. Cuenta una cifra de lo que allí se le presentó, para lo que tué. Comienza á tratar la manera y modo cómo se fundó el monesterio, adonde ahora está, de San José........................................................................................................................................................................................................ | 111 |
Capítulo XXXIII.—Procede en la misma materia de la fundacion del glorioso san Jozef. Dice cómo le mandaron que no entendiese en ella, y el tiempo que lo dejó, y algunos trabajos que tuvo, y cómo la consolaba en ellos el Señor........................................................................................................................................................................................................ | 124 |
Capítulo XXXIV.—Trata cómo en este tiempo convino que se ausentase de este lugar: dice la causa, y cómo la mandó ir su perlado para consuelo de una señora muy principal, que estaba muy afligida. Comienza á tratar lo que allá le sucedió, y la gran merced que el Señor la hizo de ser medio, para que su Majestad despertase á una persona muy principal para servirle muy de veras, y que ella tuviese favor y amparo despues en El. Es mucho de notar........................................................................................................................................................................................................ | 136 |
Capítulo XXXV.—Prosigue en la mesma materia de la fundacion de esta casa de nuestro glorioso padre san Josef. Dice por los términos que ordenó el Señor viniese á guardarse en ella la santa pobreza; y la causa por qué se vino de con aquella señora que estaba, y otras algunas cosas que le sucedieron........................................................................................................................................................................................................ | 150 |
Capítulo XXXVI.—Prosigue en la materia comenzada, y dice como se acabó de concluir, y se fundó este monesterlo del glorioso San Josef, y las grandes contradiciones y persecuciones, que, despues de tomar hábito las rellgiosas, hubo, y los grandes trabajos y tentaciones que ella pasó, y cómo de todo la sacó el Señor con vitoria, y en gloria y alabanza suya........................................................................................................................................................................................................ | 160 |
Capítulo XXXVII.—Trata de los efetos que le quedaban cuando el Señor le había hecho alguna merced: junta con esto harto buena doctrina. Dice cómo se ha de procurar, y tener en mucho ganar algun grado mas de gloria, y que por ningun trabajo dejemos bienes que son perpétuos........................................................................................................................................................................................................ | 179 |
Capítulo XXXVIII.—En que trata de algunas grandes mercedes que el Señor la hizo, ansi en mostrarle algunos secretos del cielo, como otras grandes visiones y revelaciones, que su Majestad tuvo por bien viese: dice los efetos con que la dejaban, y el gran aprovechamiento que quedaba en su alma........................................................................................................................................................................................................ | 188 |
Capítulo XXXIX.—Prosigue en la mesma materia de decir las grandes mercedes, que le ha hecho el Señor: trata de cómo le prometió de lacer por las personas que ella le pidiese. Dice algunas cosas señaladas, en que la ha hecho su Majestad este favor........................................................................................................................................................................................................ | 206 |
Capítulo XL.—Prosigue en la mesma materia de decir las grandes mercedes, que el Señor la ha hecho. De algunas se puede tomar harto buena dotrina, que este ha sido, segun ha dicho, su principal intento despues de obedecer, poner las que son para provecho de las almas. Con este capitulo se acaba el discurso de su vida, que escribió. Sea para gloria de el Señor: amen........................................................................................................................................................................................................ | 222 |