Página:Su vida - Santa Teresa de Jesús - Tomo II (1927).pdf/47

Esta página no ha sido corregida
45
 

selo. Preguntóme, que ¿en qué forma le via? Yo le dije que no le via. Díjome, que ¿cómo sabia yo que era Cristo? Yo le dije, que no sabia cómo mas que no podia dejar de entender que estaba cabe mí, y le via claro, y sentia, y que el recogimiento del alma era muy mayor en oracion de quietud y muy contina, y los efetos que eran muy otros que solia tener, y que era cosa muy clara. No hacia sino poner comparaciones para darme á entender; y cierto para esta manera de vision, á mi parecer, no la hay que mucho cuadre:

que ansí como es de las mas subidas, sigun despues me dijo un santo hombre y de gran espíritu, llamado fray Pedro de Alcántara, de quien despues haré mas mencion, y me han dicho otros letrados grandes, y que es adonde menos se puede entremeter el demonio, de todas; ansí no, hay términos para decirla acá las que poco sabemos, que los letrados mejor lo daran á entender.

Porque si digo, que con los ojos del cuerpo ni del alma, no le veo, porque no es imaginaria vision, ¿cómo entiendo y me afirmo con mas claridad, que está cabe mí, que si lo viese? Porque parecer, que es como una persona que está á escuras, que no ve á otra que está cabe ella, ó si es ciega, no va bien: alguna semejanza tiene, mas no mucha, porque siente con los sentidos, ú la oye hablar, ú menear, ú la toca. Acá no hay nada de esto, ni se ve escuridad, sino que se representa por una noticia al alma, mas clara que el sol.

No digo que se ve sol, ni claridad, sino una luz.