Página:Su vida - Santa Teresa de Jesús - Tomo II (1927).pdf/42

Esta página no ha sido corregida
40
 

de algunos peligros mios, y de otras personas, cosas por venir, tres ú cuatro años antes, muchas, y todas se han cumplido: algunas podrá ser señalar. Ansí que hay tantas cosas para entender que es Dios, que no se puede inorar, á mi parecer.

Lo mas siguro es (yo ansí lo hago, y sin esto no ternia sosiego, ni es bien que mujeres le tengamos, pues no tenemos letras, y aquí no puede haber daño sino muchos provechos) como muchas veces me ha dicho el Señor, que no deje de comunicar toda mi alma, y las mercedes que el Señor me hace, con el confesor, y que sea letrado, y que le obedezca: esto muchas veces. Tenia yo un confesor que me mortificaba mucho, y algunas veces me afligia y daba gran trabajo, porque me inquietaba mucho, y era el que más me aprovechó, á lo que me parece: y aunque le tenia mucho amor, tenia algunas tentaciones por dejarle, y parecíame me estorbaban aquellas penas que me daba, de la oracion. Cada vez que estaba determinada á esto, entendia luego que no lo hiciese, y una repreension, que me deshacia mas, que cuanto el confesor hacia: algunas veces me fatigaba, cuestion por un cabo y repreension por otro; y todo lo habia menester, sigun tenia poco doblada la voluntad. Díjome una vez que no era obedecer, si no estaba determinada á padecer; que pusiese los ojos en lo que él habia padecido, y todo se me haria fácil.

Aconsejóme una vez un confesor, que á los principios me habia confesado, que ya que estaba probado ser buen espíritu, que callase, y no diese ya