Página:Su vida - Santa Teresa de Jesús - Tomo II (1927).pdf/175

Esta página no ha sido corregida
173
 

zásemos á tener renta, que no nos dejarian despues que la dejásemos, y otras algunas cosas. La mesma noche me apareció el santo fray Pedro de Alcántara, que era ya muerto; y antes que muriese me escribió como supo la gran contradicion y persecucion, que teniamos, se holgaba fuese la fundacion con contradicion tan grande, que era señal se habia el Señor de servir muy mucho en este monesterio, pues el demonio tanto ponia en que no se hiciese, y que en ninguna manera viniese en tener renta. Y aun dos ó tres veces me persuadió en la carta, y que, como esto hiciese, ello vernia á hacerse todo como yo queria. Ya yo le habia visto otras dos veces despues que murió, y la gran gloria que tenia; y ansí no me hizo temor, antes me holgué mucho; porque siempre aparecia como cuerpo glorificado, lleno de mucha gloria, y dábamela muy grandísima verle. Acuérdome que me dijo la primera vez que le ví, entre otras cosas, diciéndome lo mucho que gozaba, ¡que dichosa penitencia habia sido la que habia hecho, que tanto premio habia alcanzado! Porque ya creo tengo dicho algo de esto, no digo aquí mas de como esta vez me mostró rigor, y solo me dijo, que en ninguna manera tomase renta, y que porque no queria tomar su consejo, y desapareció luego. Yo quedé espantada, y luego otro dia dije al caballero (que era á quien en todo acudia, como el que mas en ello hacia) lo que pasaba, y que no se concertase en ninguna manera tener renta, sino que fuese adelante el pleito. El estaba en esto mu-