Página:Su vida - Santa Teresa de Jesús - Tomo II (1927).pdf/57

Esta página no ha sido corregida
55
 

merced para que me meto en esto; y con él lo he escrito. Y ansí lo dejo con que fué su fin como la vida, predicando y amonestando á sus frailes. Como vió ya se acababa, dijo el salmo de Lactatus sum im his quae dicta sunt mihi, é hincado de rodillas murió.

Despues ha sido el Señor servido, yo tenga mas en él que en la vida, aconsejándome en muchas cosas. Héle visto muchas veces con grandísima gloria. Díjome la primera que me apareció, que bienaventurada penitencia, que tanto premio habia merecido, y otras muchas cosas. Un año antes que muriese me apareció estando ausente, y supe se habia de morir, y se lo avisé, estando algunas leguas de aquí. Cuando espiró, me apareció, y dijo, como se iba á descansar. Yo no lo creí; dijelo á algunas personas, y desde á ocho dias vino la nueva como era muerto, ó comenzado á vivir para siempre, por mijor decir. Héla aquí acabada esta aspereza de vida con tan gran gloria: paréceme que mucho mas me consuela, que cuando acá estaba. Díjome una vez el Señor, que no le pedirian cosa en su nombre, que no la oyese. Muchas que le he encomendado pida al Señor, las he visto cumplidas. Sea bendito por siempre, amen.

Mas que hablar he hecho para despertar á vuesa merced á no estimar en nada cosa de esta vida, como si no lo supiese, ú no estuviera ya determinado á dejarlo todo, y puéstolo por obra. Veo tanta perdicion en el mundo, que aunque no aproveche mas decirlo yo, de cansarme de escribirlo, me es