Página:Su vida - Santa Teresa de Jesús - Tomo II (1927).pdf/199

Esta página no ha sido corregida
197
 

hecho nada, á mi parecer, pensé si me queria hacer alguna merced; porque es muy ordinario cuando alguna particular merced recibo del Señor, haberme primero deshecho á mi mesma: para que vea mas claro, cuán fuera de merecerlas yo soy, pienso lo debe el Señor de hacer. Desde há un poco fué tan arrebatado mi espíritu, que casi me pareció estaba del todo fuera del cuerpo, al menos no se entiende que se viva en él. Vi á la Humanidad sacratísima con mas ecesiva gloria, que jamás la habia visto.

Representóme, por una noticia admirable y clara, estar metido en los pechos del Padre, y esto no sabré yo decir cómo es, porque sin ver (me pareció) me ví presente de aquella Divinidad. Quedé tan espantada de tal manera, que me parece pasaron algunos dias, que no podia tornar en mí; y siempre me parecia traia presente á aquella majestad del Hijo de Dios, aunque no era como la primera. Esto bien lo entendia yo, sino que queda tan esculpido en la imaginacion, que no lo puede quitar de sí, por en breve que haya pasado, por algun tiempo, y es harto consuelo y aun aprovechamiento.

Esta mesma vision he visto otras tres veces: es á mí parecer la mas subida vision, que el Señor me ha hecho merced que vea, y trae consigo grandísimos provechos. Parece que purifica el alma en gran manera, y quita la fuerza çasi del todo á esta nuestra sensualidad. Es una llama grande, que parece que abrasa y aniquila todos los deseos de la vida; porque ya que yo, gloria á Dios, no los tenia en cosas vanas, declaróseme aquí bien como era todo