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que hay la diferencia que de lo vivo á lo pintado, no mas ni menos: porque si es imágen, es imágen viva, no hombre muerto, sino Cristo vivo; y da á entender que es hombre y Dios, no como estaba en el sepulcro, sino como salió de él despues de resucitado. Y viene á veces con tan grande majestad, que no hay quien pueda dudar, sino que es el mesmo Señor, en especial en acabando de comulgar, que ya sabemos que está allí, que nos lo dice la fe. Represéntase tan Señor de aquella posada, que parece toda deshecha el alma: se vé consumir en Cristo. ¡Oh Jesus mio, quién pudiese dar á entender la majestad con que os mostrais!

Y cuán Señor de todo el mundo y de los cielos, y de otros mil mundos, y sin cuento mundos y cielos que vos criárades!: entiende el alma, sigun con la majestad que os representais, que no es nada para ser vos Señor de ello.

Aquí se ve claro, Jesus mio, el poco poder de todos los demonios, en comparacion del vuestro, y como quien os tuviere contento puede repisar el infierno todo. Aquí ve la razon que tuvieron los demonios de temer cuando bajástes á el limbo, y tuvieran de desear otros mil infiernos mas bajos para huir de tan gran majestad, y veo que quereis dar á entender á el alma cuán grande es, y el poder que tiene esta sacratísima Humanidad, junto con la Divinidad. Aquí se representa bien, qué será el dia del juicio ver esta majestad de este Rey, y verle con rigor para los malos. Aquí es la verdadera humildad, que deja en el alma, de ver