Página:Su vida - Santa Teresa de Jesús - Tomo II (1927).pdf/97

Esta página no ha sido corregida
95
 

CAPITULO XXXI

Trata de algunas tentaciones esteriores, y representaciones que la hacia el demonio, y tormentos que la daba. Trata también algunas cosas harto buenas, para aviso de personas, que van camino de perfecion.

Quiero decir, ya que he dicho algunas tentaciones, y turbaciones interiores y secretas, que el demonio me causaba, otras que hacia casi públicas, en que no se podia inorar que era él.

Estaba una vez en un oratorio, y aparecióme hácia el lado izquierdo de abominable figura: en especial miré la boca, porque me habló, que la tenia espantable. Parecia le salía una gran llama del cuerpo, que estaba toda clara sin sombra.

Dijome espantablemente, que bien me habia librado de sus manos, mas que él me tornaria á ellas. Yo tuve gran temor, y santigüéme como pude, y desapareció, y tornó luego: por dos veces me acaeció esto. Yo no sabia que me hacer; tenia allí agua bendita, y echéla hácia aquella parte, y nunca mas tornó. Otra vez me estuvo cinco horas atormentando con tan terribles dolores y desasosiego interior y esterior, que no me parece se podia ya sufrir. Las que estaban conmigo