Compendio de la filosofía: 44
CAPÍTULO V.
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Las mismas proposiciones que se demuestran, en quanto se demuestran, son la materia de la ciencia. Porque tales proposiciones pueden conocerse de dos maneras, por demostracion, y tambien sin ella, como las proposiciones de la Geometría, que uno puede conocer por haberlas demostrado; y otro por haberlas solamente oido decir á los Geómetras; y se ha de notar, que semejantes proposiciones, en quanto están demostradas, son la materia de la ciencia, y aquel que las sabe por demostracion se dice propiamente que las sabe; mas aquel que las conoce por otro medio, no se dice en rigor que las sepa.
Pudiendo la materia de la ciencia dividirse de muchas maneras, se podrá tambien del mismo modo dividir el hábito. De aquí es, que se dice que son muchas ciencias la Geometría, la Aritmética, la Lógica, la Metafísica, y otras, las quales todas son hábitos demostrativos; cuya materia y objetos son diversos; ocupándose la Geometría en las mismas quantidades, la Aritmética en el número, la Lógica en las propiedades y en la naturaleza del silogismo, la Metafísica en las cosas inteligibles, y que no se perciben con los sentidos. Y aquel que tiene el hábito de argumentar en algún género de estas cosas, y puede hacerlo con prontitud y facilidad, se dice que tiene aquella ciencia que se ocupa acerca de tal género.
Dixo Aristóteles, que la ciencia mira las cosas necesarias inmudables y eternas, lo qual se demuestra ser verdadero de este modo. Las cosas que se conocen por demostracion, y de las quales se tiene ciencia, no solamente se tienen por verdaderas, sino tambien se cree, que no puedan ser diversamente de modo alguno, de tal suerte que parece que ningun trastorno, ó revolucion de naturaleza pueda mudarlas: luego son necesarias, é inmudables; y siendo así, son tambien eternas; porque aquello que necesariamente es ni puede mudarse, siempre es, ó por mejor decir está en todas partes, y tiene una cierta manera de inmensidad. De hecho ¿que lugar hay en donde no se hallen las verdades de los Aritméticos y de los Geómetras? Luego están en todos los lugares, y en todos los tiempos; ó por mejor decir, existiendo fuera de todo lugar, y de todo tiempo, puestas y colocadas en ninguna otra parte mas que en sí mismas, resplandecen y se manifiestan en todos los tiempos y lugares; y por esto son eternas, é inmensas, y parece que tengan una cierta semejanza de divinidad. Mas dexemos para los Metafísicos estas sutilezas.